sábado, 30 de junio de 2012
Ayer te contábamos que el estreno del iPhone 5 podría adelantarse al próximo mes de agosto. Y cuando hablamos de adelantos, lo hacemos en virtud de los pronósticos que se vienen manejando desde hace semanas y que señalan que el próximo teléfono de Apple se presentaría en octubre. Pese a todo, la firma de Cupertino, hermética y silenciosa, no se pronuncia al respecto. No obstante, de cumplirse la última predicción, la firma californiana se enfrentaría a otro problema: el suministro de baterías.
Ha sido a través de un informe de Topeka Capital Markets publicado por el sitio chino sina.com el que ha levantado a liebre. El texto se hace eco de una situación, según la cual, sólo habrían llegado a la cadena de montaje del nuevo iPhone el 30 por ciento de las unidades de alimentación pactadas con un proveedor que no ha sido expuesto en el informe. A partir de estos datos, se deduciría un severoretraso en la fabricación del primer montante de unidades destinadas a respaldar el estreno comercial del dispositivo, siempre y cuando en Foxconn y Pegasus —donde se ensambla el dispositivo— no contemplen un plan de acción para casos como este.
El iPhone 5 será la sexta generación de teléfonos de Apple, que comenzaron su andadura en 2007. La edición que se conocerá este año tendría, según los rumores y filtraciones que se han podido reunir hasta ahora, una pantalla que por primera vez rebasaría las clásicas 3,5 pulgadas que el dispositivo ha llevado por bandera hasta ahora. En concreto, se ha hablado de un panel de, como mínimo, cuatro pulgadas. Aumentaría también su resolución, con vistas a mantener la llamada calidad Retina, de modo que ahora desarrollaría un lienzo electrónico de 1.136 x 640 píxeles.
Se espera también que lleve un diseño más fino, notablemente más fino, llegando a estar ligeramente por encima de los siete milímetros de grosor, lo cual lo convertiría en el teléfono más delgado del mercado, de cumplirse las predicciones. Lo que no parece estar tan claro es el tipo de procesador que gastaría el enigmático terminal.
Las opciones pasan por reeditar el A5x del nuevo iPad —un chip de doble núcleo y una unidad gráfica de cuatro núcleos— debidamente adaptado a las necesidades del iPhone 5, o bien optar por elrumoreado A6, que, ahora sí, apostaría por la arquitectura central de quad-core que todos esperan que proponga Apple para envidar a Samsung y su Samsung Galaxy S3.
Respecto a la cámara, poco se sabe. Sí que se insiste en continuar con un sensor de ocho megapíxeles, aunque no está claro qué tipo de mejoras integraría respecto a lo visto en el iPhone 4S —que se basa en una unidad Exmor-R con notables avances en el sistema de retroiluminación en comparación a lo que presentaron las ediciones anteriores del manzanófono—.
