martes, 27 de diciembre de 2011
Cuentan en Cnet que, durante cuatro años, Noah Kravitz se dedicó a escribir artículos sobre telefonía móvil en el site phonedog.com y, en ese tiempo, publicaba en Twitter bajo el nombre de @PhoneDog_Noah, donde logró tener 17.000 seguidores. Cuando Kravitz dejó la empresa, en octubre del año pasado, cambió el nombre de su twitter a @ manejar noahkravitz y continuó con la cuenta (con la aprobación de PhoneDog, según él). Un año más tarde, contaba con 22.158 seguidores.
Sin embargo, parece que la compañía se lo pensó mejor y ocho meses después de que Kravitz se fuera, PhoneDog lo demandó alegando que se había llevado en Twitter a una lista de clientes y que se había apropiado de ella de forma indebida, llevándose secretos comerciales, por lo que le pide una compensación de 340.000 dólares (2,5 dólares por cada seguidor al mes).
PhoneDog no ha hecho más declaraciones y lo único que deja claro es el valor que da a los seguidores de Kravitz en Tiwtter, sobre todo teniendo en cuenta que solo unos cuantos de ellos hacen clic en los enlaces de los tweets (entre el 1 y el 4% de los seguidores). Además, la compañía asegura que han sido ellos ( y no Kravitz) quienes han invertido en el crecimiento de los seguidores en la red social.
Este tipo de conflictos podrían crear precedentes a la hora de que las empresas animen a sus trabajadores a que usen las herramientas de medios sociales para llegar a los clientes, sobre todo si estos últimos aprovechan su medio personal para llegar a esos clientes en nombre de su empresa.
