jueves, 18 de agosto de 2011
HP todavía es a día de hoy el mayor fabricante de equipos informáticos del mundo, pero parece que esta faceta de la compañía no es todo lo rentable que pudiera ser, y hay una seria intención de externalizar la división para centrarse en otros negocios. La firma de Palo Alto está negociando la adquisición por 10.000 millones de dólares de Autonomy Corp., una firma especializada en software que formaría parte del equipo activo de Hewlett-Packard, pasando a ocupar el foco principal del gigante de la informática en cuanto a esfuerzos y soporte.
HP podría anunciar estos planes hoy mismo según informantes cercanos a la marca que prefieren seguir en el anonimato. Esta nueva dirección se daría a conocer durante la presentacíon de las cuentas del primer cuarto fiscal, que se efectuará tras el cierre de los mercados —en horario americano— La sorprendente decisión podría tener algo que ver con el estado del mercado de los ordenadores personales, que aparentemente ha sufrido una “congelacíon” en su crecimiento debido a la tendencia del consumidor hacia otro tipo de dispositivo (Lease:Tablets). Al desprenderse de uno de los negocios que la han hecho grande, HP suelta un gran lastre que en el último año le ha causado ciertos quebraderos de cabeza en lo económico, posiblemente parte importante en el descenso del 25% en las acciones de la compañía tan solo durante lo que llevamos de año fiscal.
Autonomy, una gran productora británica de software, cuenta entre sus clientes con grandes compañías comoCoca-Cola, Nestlé, o la Securities and Exchange Commision de los Estados Unidos, el organismo encargado de regular la industria de la bolsa y los valores, entre otras quehaceres. HP expandiría así el soporte sobre las soluciones de software, buscando una revitalización de sus valores y una senda más segura por la que andar, quizás enfocándose en el cloud computing. Resulta paradójico que el negocio que ha hecho tan grande a HP, junto a las soluciones de impresión personales y profesionales, sea el mismo que la esté arrastrando al abismo. Se desconoce si la decisión implica la venta del negocio de los ordenadores, o tan solo la “subcontratación” del mismo, manteniendo intacta la imagen y filosofía de marca, pero prescindiendo de las instalaciones y la mano de obra. Tampoco queda claro si este nuevo enfoque frenará el desarrollo de otras áreas en las que HP es prolífica, como la imagen, fabricando escáners, impresoras y cámaras de foto y video, o la nueva división de dispositivos móviles, con la “recién adquirida” Palm.
Por el momento, los portavoces de Hewlett-Packard no han podido, o querido confirmar ni desmentir la historia, pero todo se aclarará en las próximas horas, cuando se cierren los mercados mundiales y la firma proceda a dar sus informes parciales. Un cambio de rumbo tan radical indica o una gran desesperación de la cúpula de la compañía provocada por la situación del mercado de los PCs — que a simple vista no parece estartan mal, o una fé absoluta en el negocio del software. En cualquier caso, ha sido una gran sorpresa.
