sábado, 7 de mayo de 2011
El proyecto AIDA ha avanzado bastante desde el año 2009. Por aquel entonces, este sistema de navegación inteligente desarrollado entreVolkswagen América y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (el famoso MIT) se nos presentaba como un asistente robótico capaz de interactuar con el conductor para sugerir rutas y discernir su estado de ánimo, pero ahora, su intrusiva presencia ha dejado hueco a una nueva encarnación totalmente distinta.
En lugar de robots capaces de detectar las emociones, el Affective, Intelligent Driving Agent utiliza ahora varios proyectores para mostrar sobre el tablero un enorme mapa tridimensional con puntos de interés, opciones de entretenimiento e información del tráfico en tiempo real, con el que el conductor obtendría una detallada imagen a vista de pájaro de sus alrededores sin tener que desviar (excesivamente) sus ojos de la carretera. A falta de pantallas táctiles o botones físicos, todo el sistema se controla mediante reconocimiento de gestos, e incluso sería posible regular el aire acondicionado desde el interfaz.
¿Realidad a corto plazo o ficción conceptual? Por ahora Aida tiene más de lo segundo que de lo primero, aunque la idea básica podría ser fácilmente aplicable en los automóviles del futuro viendo los últimos avances en picoproyectores.
