sábado, 23 de abril de 2011
Uno o dos chips de memoria flash, un controlador, una carcasa de calidad variable y un conector USB. Tan socorridos como son, no es que los pendrives representen la cumbre de la sofisticación electrónica, y sus fabricantes se las ven y se las desean para hacer sus productos destaquen entre la marabunta de competidores. Con la llegada de los puertos USB 3.0, las compañías más rápidas optaron por diferenciarse integrando conectores con soporte Superspeed, pero ahora que ya es de uso común, hay que buscar otras formas de llamar la atención. Silicon Power lo ha hecho añadiendo "tinta térmica" al exterior de su Blaze B10, de forma que el dibujo azul del dispositivo pasa a rojo conforme se va calentando por el uso. Su utilidad práctica es nula, pero suponemos que lo mismo sirve también para que el fabricante se proteja de los miles de piratas que pululan por eBay con pendrives clonados.
Al margen de esto, el Blaze B10, que solo pesa 9,5 gramos, se ofrecerá con capacidades de 8, 16 y 32 GB y puede alcanzar velocidades de 70 MB/s. Desafortunadamente no tenemos precio ni fecha de lanzamiento, aunque sí otro detalle que lo separa de buena parte de sus rivales: tendrá garantía de por vida. Y eso vale mucho, especialmente si consideramos la corta vida útil de algunos pendrives.
[Vía Everything USB]
